LETRAS, LITERATAS Y LETRILLAS PARA LETRINAS U OTROS
Rara vez bajan los Dioses, y si lo hacen no permanecen mucho tiempo por estas tierras de irrealidades donde hasta el nombre del país ha perdido su melodía.
No hay palabra que tiente ni por el dulzor ni por una "venta de alma" que nadie descubre ni mucho menos conquista.
No hay campanitas que tintinen en los cerebros en el "Imperio de las letras" y si las hay deben andar de escaramuza o gobernando quien sabe que colonia o empresa de envío por encargo.
La verdad no hay oficio fresco, si, mucho indio que carga su fardo en hamacas de obstáculos francamente agotadoras.
Expediciones burdas de pseudo letrados, amiguitos de extraños triunfos que apenas demuestran un poco de fuerza ofrecida en súbita ascensión al "Olimpo de la Literatura" ¡Universal?
Disfruto? SI
Rasgo el cenit de la gloria que puede iluminar horizontes como muelle y ancla de ejércitos de "Iluminatis del verbo"
Hombres y mujeres conquistadores del origen del ABC que con ciertos aires de rebeldía colocan casi que en delito sus experimentadas "Joyas Literarias"
Arman puentes y charlas ofreciendo a placer el orden de la tierra del oro del vocablo.
En consigna de "virtuosismo" sin la mínima cuota de responsabilidad reclaman y conquistan el Mare Magnum de los espacios, lógicamente en justicia del Bla bla bla, que proporciona la hazaña política, ese vestir triunfal del color que todo lo puede.
El punto es ¡Logran ocultar su odio?
Se establecen donde llega la noticia y reducen al mundo en su pequeño pedestal de arena.
Sucumben a la inmortalidad que astutamente flota en la cuántica de la ocasión, atraviesan como si nada la honra del éxito que no se quién ni cuando les haya otorgado una militancia de conquistas que desencadena en escuálidos pseudo-bergantines que lanzan a diestra y siniestra a la mar de la desmemoria.
Existe, debo reconocer una dotación temeraria coronando sus hazañas de inmortalidad.
Noticias que inquietan y atentan delatando egoísmo y ambición.
Marchas de acompañantes dispuestos a darles la bienvenida, arrojándose con audacia y en retribución a ese privilegio del simultáneo de amistades virtuales.
Así a modo de Sultanes del verbo comulgan la palabra con una crueldad capaz de apartar la propia sangre.
He pasado días y noches en reserva como amante silenciosa del arte y leyendo lo antiguo, es que se vierte un cálido dominio en el púrpura que libera y purifica en el recato.
Resisto cual soldado y acato con solemnidad esta bella conciliación con la palabra fiadora de armonía.
No tardan los hijos del diablo, aquellos monstruos carroñeros con su artillerìa de silabario en duelo.
Tenaz introduzco en la brecha del castigo literario mi humana voluntad, este respeto de boca de imposibles, arranco los demonios de metáforas calientes de izquierda y de derecha por fuera de sus comitivas de sirvientes.
Avanzo parapetada en el orden de la verdad que siempre flota poderosa y purpúrea, sin amarre de hipócritas impulsada y ausente de parásitos fanáticos de fácil griterío.
Allá voy como feliz tripulante, avanzando la nave de mis anhelos, lejos muy lejos del enjambre de lanchas y lanchones perdidos en horribles espectáculos.
Rossana Arellano
© OJO CON LA CRÍTICA
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