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viernes, 4 de octubre de 2019

POBLADO HUMANO

Obra: R.Varo

POBLADO HUMANO

Tú con esa ternura en fragua y un tarro de ausencias...

Tuve la suerte de visitar un país, donde la leña y sus astillas no eran humanas.
Se trataba de un lugar en el cual los bocazas quedaban fuera y en cuya calle principal se cultivaban rosas azules.
A la izquierda hacían campañas simples y sencillas y a la derecha había un mesón en donde los visitantes, se emborrachaban como trompos, parecían ser humanos.
Un día domingo, asomó en el cielo un enorme globo de  color amarillo intenso, algunos decían que era cuestión de buen tiempo y varios niños le lanzaban arroz para la abundancia y buena suerte.
Recuerdo que varias viejas se agolpaban a los ventanales y las más discretas también perdieron la compostura, de tal modo que levantaban sin el menor reparo, visillos y cortinas,
El alcalde encargó al  sastre extranjero su mejor traje, luego lo vimos cumplir con una especie de mandato - no divino- aunque bastante piadoso, decía que era para la "salvación de las almas"
Resulta difícil homenajear a alguien que utiliza un apodo que lo encasilla , no pocas veces compite la estupidez con la ignorancia y andan las huestes votantes con olor a cebolla bajo las axilas.
Alguno pronuncia de manera espontánea y en voz alta un rosario de esos que incluyen a toda la familia, luego le atribuyen clavo y martillo a cualquier otro que se retiraba de escena apurando el tranco.
Así lo humano y su sazón de encantadores de serpientes... igual la llama del amor que se ancla en terrenos poco profundos.


Rossana Hasson Arellano
Santiago de Chile
Octubre 04-2019 

martes, 6 de agosto de 2019

LA HABITACIÓN DEL GATO






"LA HABITACIÓN DEL GATO"



_Añoraba esta  procesión de agosto y el nocturno de gatos sin edad ni mentiras.


No sé  si el gato sube a la tienda y aprende a hacer ganchillo o parte una cadena a eso de las 3.00 A.M.  o se convierte en comerciante de objetos inanimados y arrienda dildos. Lo que si tengo claro es que sus primeros pasos, fueron muy especiales. Se enamoró de la enferma mental de la pieza número 607 A, cada vez que pasaba su camilla, rumbo a algún examen de rigor, lo podíamos ver, arrastrando el pensamiento o si la suerte acudía, lograba rescatar uno que otro deseo de filial bajo vientre y adelantar el paso, elevando la marcha de la cola.

Tengo una carta llena de palabras de alta frecuencia, a simple vista se aprecia que lleva más de 8.800 caracteres y me parece un gesto hermoso, ser la destinataria, tal vez.
Las mentiras me erizan la piel, a diario muere un recuerdo o lo mato, en definitiva vivir con sed de edad nos destroza la bandera del beso.
En esta ciudad hay una niña triste y una patria de ancianas destetadas de invierno.
La luz en la propia cárcel suele ser un yugo, cuando bien sabemos que no existen aves extrañas con deseo de aparearse a cualquier hora.
El calendario del cuerpo es como un cruel leñador que golpea y arrasa nuestro  frondoso paisaje que se esfuma.
La soledad no lleva propaganda, simplemente se queda en blanco y negro y nos otorga un título de prudencia, del tamaño de nuestra sombra.
Tan solo la noche es una condición de caballos desbocados en cada sueño al destierro, la mente es un sólido retrato, aún.
Hay días en que la sangre parece andar de fiesta y con hambre de soldado nos llena de sudor nocturno, a plenitud de primaveras lejanas.
Que derroche es utilizar tanta palabra, el gato es tan ágil , se ve hermoso en su uniforme azul, le veo transitar a comienzos de agosto y todas las batallas de señorita sujetan mi inquieta pollera.
Los minutos andan al acecho, hace rato se volvieron indomables.
_RESPIRO, por encima de las sílabas con apetito insaciable y ebriedad en la piel
Respiro en el milagro de una boca cuya lengua atraviesa mis bosques
Respiro en la igualdad de los trinos lejos del cautiverio
Respiro en el rincón menos sofocante de mi condición humana
Respiro con el corazón lleno de cicatrices, respiro, respiro
Respiro con un cordel atado a mi razón y la tumba del gato.


Rossana Hasson Arellano
©MAMPOSTERÍA SIN CASCABELES